Los entrenamientos reconstruyen el cerebro, aumentando la resistencia al estrés.

Investigadores de la Universidad de Princeton descubrieron que debido a la actividad física, puedes reconstruir el cerebro. Tal reestructuración puede debilitar la respuesta al estrés y reducir la intervención de estados ansiosos en el funcionamiento del cerebro.

Según el Journal of Neuroscience, los experimentos con ratones mostraron que la exposición estresante al agua fría en animales entrenados regularmente causó un aumento significativo en la actividad de las neuronas, cuyo papel es neutralizar la excitación que ocurre en las áreas del cerebro que son responsables de la ansiedad.

Los resultados de la investigación pueden poner fin a las disputas de los científicos con opiniones bipolares sobre los efectos del entrenamiento en el cerebro. Algunos de ellos creen que la actividad física conduce a la aparición de nuevas neuronas jóvenes que tienen una mayor excitabilidad, lo que conduce a un aumento en los estados de ansiedad del cerebro. Los estudios realizados por científicos de Princeton han demostrado que, como resultado del entrenamiento, se utilizan mecanismos que reducen el nivel de excitación de las células cerebrales.

Según la profesora de psicología de la Universidad de Princeton, Elizabeth Gould, quien dirigió el estudio, no se han realizado experimentos similares destinados a estudiar profundamente los mecanismos de la influencia de la actividad física en el comportamiento de las células cerebrales. Los científicos han podido identificar áreas del cerebro que regulan los estados de ansiedad. Los resultados experimentales contribuirán a una mejor comprensión y tratamiento de los trastornos de ansiedad emergentes.

Elizabeth Gould argumenta que el cerebro humano tiene capacidades adaptativas que permiten cambiar los procesos actuales dependiendo del entorno y el estilo de vida. Para las personas físicamente más débiles, el comportamiento ansioso resultante puede crear ciertos beneficios. La reacción a la ansiedad a menudo se manifiesta en forma de una reacción de evitación, que evita entrar en situaciones peligrosas, lo que aumenta la probabilidad de supervivencia. Esto es especialmente cierto para las personas que no pueden responder adecuadamente al peligro y actuar de acuerdo con el principio de "luchar o huir".

Gould cree que el valor de la investigación se debe principalmente al hecho de que comprender los procesos de regulación del cerebro en el caso de un comportamiento de ansiedad puede curar efectivamente varios trastornos de ansiedad. Además, los resultados de la investigación revelan el efecto de los mecanismos de autorregulación cerebral y su adaptación al medio ambiente.

El experimento en cuestión es parte de la disertación de Timothy Schonfeld, un empleado del Instituto Nacional de Psiquiatría, coautor del médico Brian Hsu, que era estudiante de la Universidad de Stanford durante el experimento. Los estudios formaron la base de su tesis. En el estudio también participaron Pedro Pieruzini y Pedro Rada, en representación de la Universidad Venezolana de Los Andes.

Dos grupos de ratones participaron en el experimento. Un grupo tenía actividad física limitada y el otro tenía acceso a la rueda de ardilla. Estos animales corrieron en la rueda hasta cuatro kilómetros en una noche. Después de seis semanas, los ratones fueron expuestos a agua fría.

Como resultado de este efecto, se obtuvieron resultados diametralmente opuestos. En los animales que tenían un movimiento limitado, el tratamiento con agua fría causó un aumento en el número de genes de corta duración en las neuronas que comienzan instantáneamente cuando las neuronas están excitadas. En las neuronas de ratones físicamente activos hay una escasez de genes de vida corta, como resultado de lo cual las células de su cerebro no cambiaron al modo de excitación cuando ocurrió un factor de estrés. En contraste, los cerebros de los ratones "atletas" mostraron signos de cierto control sobre la respuesta al estrés. Neuronas inhibidoras significativamente activadas, cuya función es restringir las neuronas excitadas. Entre otras cosas, las neuronas de los animales físicamente activos produjeron una mayor cantidad de ácido GABA-gamma-aminobutírico, una sustancia que reduce el nivel de excitación nerviosa de las células cerebrales. Además, se observó una cantidad significativa de proteína en este grupo de ratones que, al dividir el GABA en pequeñas dosis y empacarlo en vesículas, se transporta a todo el cuerpo.

Los investigadores para suprimir la actividad neuronal en el hipocampo ventral bloquearon los receptores de GABA, lo que condujo al efecto incapacitante del debilitamiento del estado de ansiedad. El bloqueo se llevó a cabo utilizando la sustancia bicuculina, que se usa en medicina para bloquear los receptores GABA en el cuerpo y estimular la actividad de las células que se producen en la epilepsia. El uso de bicuculina en el experimento considerado neutralizó los efectos del ácido gamma - aminobutírico en las células cerebrales de animales físicamente activos.